Cuba crea registro de violencia machista pero no será público
Un avance necesario, pero con limitaciones
En medio de un creciente reclamo social por datos verídicos y acciones concretas contra la violencia de género, el Gobierno cubano ha anunciado la creación de un esperado registro oficial de feminicidios. Esta iniciativa, aunque representa un paso significativo en el reconocimiento institucional del problema, llega acompañada de una decisión que ha generado polémica: el registro no será de acceso público.
De acuerdo con declaraciones recientes del Ministerio de Justicia y la Fiscalía General de la República, el registro contendrá información sobre muertes violentas por motivos de género, pero estará reservado para uso institucional. Su gestión se centraliza en el Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género, organismo encargado de recopilar y analizar estos datos.
¿Qué implica un registro que no es público?
En la mayoría de los países con sistemas democráticos y políticas públicas enfocadas en erradicar la violencia machista, la creación de registros de feminicidios y violencia de género tiene como uno de sus pilares fundamentales la transparencia. El acceso público a esta información permite:
- Identificar patrones geográficos y sociales del problema.
- Fomentar políticas públicas que respondan a necesidades reales.
- Elevar el nivel de consciencia de la sociedad.
- Exigir responsabilidades institucionales y hacer seguimiento del problema.
Sin embargo, en el caso cubano, la falta de acceso público provoca inquietudes entre activistas, organizaciones feministas y ciudadanos, tanto dentro como fuera del país. Se teme que este registro pueda convertirse en una herramienta más para el control de la información, en lugar de servir como base real para el combate al problema.
Una deuda histórica con las víctimas
Durante años, el Estado cubano no ha reconocido oficialmente los feminicidios, y ha sido gracias a los esfuerzos de observatorios independientes como YoSíTeCreo en Cuba y Alianza Cubana por la Inclusión que el problema ha permanecido en el debate público. Estas iniciativas ciudadanas han documentado con rigor casos de mujeres asesinadas, incluso enfrentando limitaciones de acceso a fuentes y riesgos legales.
En 2023, estos observatorios reportaron al menos 88 feminicidios en la Isla, y en los primeros tres meses de 2024 ya se contabilizan 22 muertes violentas por razones de género. Estas cifras contrastan con la limitada información oficial disponible, lo que ha generado desconfianza y cuestionamientos sobre la verdadera intención detrás del nuevo registro.
Una oportunidad para generar políticas públicas, si se usa correctamente
Pese a que no será accesible para la ciudadanía, este nuevo paso podría beneficiar la creación de políticas públicas si se gestiona con seriedad. Algunas de las posibles ventajas de este registro interno serían:
- Apoyar la formación de jueces, fiscales y policías sensibilizados con la perspectiva de género.
- Diseñar mejor los programas de prevención y atención a víctimas.
- Crear rutas críticas de atención y protección a mujeres en situaciones de riesgo.
No obstante, resulta indispensable que en el mediano o largo plazo el Estado cubano revea su decisión de limitar el acceso a estos datos. La transparencia será clave para generar la necesaria confianza en las instituciones y garantizar que este registro no quede en papel.
La presión popular y de la diáspora puede marcar la diferencia
Los cubanos dentro y fuera de la Isla juegan un papel clave en exigir más acciones concretas contra la violencia de género. La diáspora cubana, mediante redes sociales y plataformas digitales, ha llevado a la arena internacional los casos de feminicidios ocultados o minimizados por los medios estatales.
La presión ciudadana fue uno de los factores que impulsó al Gobierno a reconocer oficialmente el problema e impulsar políticas como la creación de refugios para mujeres, líneas telefónicas de ayuda y ahora, este registro.
Conclusión
La creación del registro oficial de violencia machista en Cuba es un avance, pero su naturaleza no pública limita su impacto social y su potencial para transformar la realidad de muchas mujeres. Activistas y ciudadanos seguirán vigilantes para que esta herramienta no quede en una medida simbólica sin efecto práctico. La violencia de género necesita ser enfrentada con verdades, no con silencios.
Pueden leer el artículo original en el siguiente link: https://www.14ymedio.com/cuba/esperado-registro-oficial-violencia-machista_1_1112854.html
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articulo resumido con AI.
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