Militares en Cuba sí controlan remesas pese a Díaz-Canel
El papel encubierto de los militares en la economía cubana
A pesar de las declaraciones del presidente Miguel Díaz-Canel sobre la separación del control de las remesas respecto a las Fuerzas Armadas en Cuba, la realidad revela todo lo contrario. Documentos oficiales recientes han mostrado evidencias claras de que la cadena de tiendas CIMEX, encargada del procesamiento de remesas y venta en MLC (moneda libremente convertible), sigue bajo el dominio del conglomerado militar GAESA (Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias).
Esta contradicción entre el discurso oficial y la estructura real del poder económico en la Isla ha reavivado las críticas tanto dentro como fuera del país, y ha puesto nuevamente el foco sobre la influencia sin control del aparato militar sobre sectores estratégicos de la economía.
¿Qué es CIMEX y cuál es su relación con las remesas?
El Grupo Empresarial CIMEX es bien conocido por los cubanos dentro y fuera de la isla. Creado en los años 70 como una empresa de comercio exterior, CIMEX ha evolucionado hasta convertirse en un emporio con supermercados, cadenas de tiendas, gasolineras, casas de cambio y servicios financieros.
Y lo más relevante: maneja parte significativa del flujo de remesas que llega a Cuba, principalmente a través de tiendas en MLC. Es una de las vías principales por las cuales los cubanos en el exterior envían ayuda económica a sus familiares en la isla.
Sin embargo, lo que muchos desconocen, aunque se sospechaba, es que esta empresa continúa siendo parte de GAESA, a pesar de las supuestas reformas anunciadas en 2021 donde se indicaba que CIMEX había sido transferido al control civil bajo el Ministerio de Economía y Planificación.
GAESA: el imperio militar detrás de la economía
GAESA es un conglomerado militar que actúa como pulmón económico del régimen cubano. Algunos expertos estiman que controla entre el 60% y el 80% de la economía de la isla. Está presente en sectores clave como el turismo, el comercio minorista, el transporte y, como es evidente ahora, las remesas.
¿Por qué esto es importante? Porque significa que los recursos que llegan a los cubanos desde el exterior son canalizados a través de estructuras militares, que no rinden cuentas al pueblo ni funcionan con transparencia.
Implicaciones para la comunidad cubana en el exterior
Esta información tiene gran repercusión entre los cubanos que viven fuera del país, especialmente los radicados en Estados Unidos y Europa. Muchos de ellos se han visto en la encrucijada moral de ayudar a sus familias enviando remesas, sabiendo que una parte de ese dinero termina alimentando al aparato militar y, por ende, al régimen que provoca precisamente las condiciones por las cuales sus familiares viven en necesidad.
Al mismo tiempo, grandes empresas internacionales de envío de dinero han sido presionadas por Estados Unidos para no colaborar con entidades o empresas sancionadas vinculadas con GAESA. Esto complica aún más los canales legales para el envío de remesas.
Discursos vs Realidad: la doble moral del gobierno
Las palabras de Díaz-Canel asegurando que CIMEX había pasado al ámbito civil contrastan fuertemente con la documentación revelada, que demuestra que los militares siguen con las riendas del negocio. Esto evidencia, una vez más, una práctica habitual del gobierno cubano: decir una cosa de cara al público —especialmente al internacional— y hacer otra a puertas cerradas.
Los ciudadanos, dentro y fuera de la isla, se enfrentan a un dilema constante: confiar en los cambios anunciados o asumir que el control militar sobre la economía sigue tan fuerte como siempre. La falta de transparencia y de voluntad política para una verdadera apertura mantiene a los cubanos en una economía dependiente, donde la mínima ayuda desde el exterior pasa primero por los filtros del poder.
Conclusión: ¿cambio real o maquillaje político?
La controversia sobre el control de las remesas por parte de las Fuerzas Armadas no solo afecta la credibilidad del gobierno cubano, sino que también pone en evidencia la necesidad urgente de reformas estructurales y verdaderas aperturas. Mientras las remesas continúen gestionadas por empresas militares que no rinden cuentas, el discurso oficial será percibido, para muchos, como una estrategia de maquillaje político ante la comunidad internacional.
Cuba necesita un modelo económico inclusivo, transparente y civil. Hasta que eso no ocurra, seguirá habiendo desconfianza y frustración entre los ciudadanos, dentro y fuera del país.
Pueden leer el artículo original en el siguiente link: https://diariodecuba.com/cuba/1744187886_60626.html
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articulo resumido con AI.
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