Lujo de Lis Cuesta con gafas Gucci indigna a cubanos

La ostentación en medio de la escasez levanta polémica

En medio de una de las crisis económicas más profundas que atraviesa Cuba en las últimas décadas, una imagen reciente de Lis Cuesta Peraza, esposa del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, ha generado una fuerte reacción entre los cubanos tanto dentro como fuera de la isla. El detalle que encendió la polémica fueron unas gafas Gucci de alta gama que lució la “no primera dama” en un evento público internacional.

La fotografía difundida en redes sociales muestra a Cuesta vestida con un atuendo formal acompañado de unas exclusivas gafas de sol de la marca Gucci, cuyo precio en el mercado internacional supera los 600 dólares estadounidenses. Esta situación desató una oleada de críticas por lo que muchos consideran una muestra de desconexión total con la realidad que viven los ciudadanos cubanos comunes.

El contraste entre el poder y el pueblo

Mientras la gran mayoría de los cubanos lucha a diario por conseguir los alimentos básicos, medicinas y cubrir necesidades elementales, la imagen de figuras del gobierno o sus familiares con artículos de lujo causa una fuerte indignación. En un país donde el salario promedio no supera los 2,500 CUP al mes (menos de 20 USD al cambio informal actual), el uso de accesorios de lujo representa mucho más que un simple asunto de moda: es visto como una afrenta moral.

Indignación en las redes sociales

Usuarios en plataformas como Facebook, Twitter y TikTok no tardaron en expresar su malestar. Muchos cuestionan cómo es posible que personas cercanas al poder tengan acceso a productos que la población no puede ni soñar con adquirir. Algunos de los comentarios más destacados fueron:

  • “¿De dónde salen esos recursos en medio de la crisis?”
  • “No hay pan, pero sí Gucci”
  • “¿Y esta no era militante del pueblo revolucionario? Parece más bien de la realeza”

La indignación va más allá del artículo en cuestión. Representa un síntoma del descontento creciente con una clase dirigente que, a ojos del pueblo, ha perdido el contacto con las necesidades reales del país.

¿Quién paga el lujo?

Una de las preguntas que más se repite es precisamente: ¿de dónde provienen los fondos usados para comprar estos productos? Aunque no hay declaraciones oficiales al respecto, muchos especulan que estos lujos se financian con fondos del Estado, lo cual sería un tema gravísimo de corrupción y privilegio en un país donde no hay transparencia sobre los gastos del gobierno.

Otros partidarios del régimen han intentado justificar estas apariciones alegando que podría tratarse de un “regalo” o de una compra personal con ahorros propios. Sin embargo, esta explicación carece de credibilidad para el ciudadano de a pie que vive al límite de su economía.

La “no primera dama” y su perfil cada vez más público

Lis Cuesta, que en años anteriores permanecía en un segundo plano, ha ido ganando notoriedad en medios oficiales y espacios internacionales. A pesar de que en Cuba no existe oficialmente la figura de una Primera Dama, su exposición creciente y su rol representativo junto al presidente la han colocado en el ojo público.

Este auge mediático ha venido acompañado de críticas por su estilo de vida, lo que ha llevado al uso sarcástico del término “no primera dama” entre muchos internautas, quienes ven en su figura una imitación de los lujos y protocolos del poder en países capitalistas, justo lo que el discurso revolucionario suele criticar.

Un reflejo del desencanto nacional

Este episodio, aunque pueda parecer trivial para algunos, refleja un sentimiento profundo entre los cubanos: el de estar gobernados por una élite que no comparte sus penurias ni su realidad cotidiana. Las gafas Gucci de Lis Cuesta se han convertido en un símbolo del descontento colectivo, la desigualdad y la falta de transparencia gubernamental.

A medida que la crisis se agudiza y la emigración aumenta, sucesos como este minan aún más la credibilidad de los dirigentes ante un pueblo desgastado por décadas de promesas incumplidas.

Para leer el reportaje original pueden visitar el siguiente enlace:
https://www.periodicocubano.com/lis-cuesta-desata-furia-con-sus-gafas-gucci-quien-paga-el-lujo-de-la-no-primera-dama/
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articulo resumido con AI.

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