¿Regresa la normalidad del gas licuado en Cuba?

Una señal de alivio para millones de hogares cubanos

Después de meses de incertidumbre y escasez, el suministro de gas licuado en Cuba comienza lentamente a mostrar mejoras. Esta buena noticia ha generado relieve entre las familias cubanas, que han vivido momentos realmente difíciles debido a la falta de este recurso esencial para la cocción de alimentos.

A finales de 2023 e inicios de 2024, las autoridades informaron que la situación del gas licuado mejoraría en el primer trimestre del año. Y aunque el proceso ha sido complejo, ya han comenzado a verse signos concretos de recuperación, especialmente en La Habana y otras zonas con alto consumo doméstico.

Un 2024 con nuevas esperanzas

El desabastecimiento de gas licuado golpeó duramente a millones de cubanos, particularmente aquellos que dependen totalmente de este servicio para cocinar. La empresa estatal cubana Gas Manufacturado y otras entidades encargadas del suministro enfrentaron serias dificultades para satisfacer la demanda nacional.

No obstante, interlocutores gubernamentales han señalado que gracias a nuevas importaciones y acuerdos energéticos internacionales se ha logrado estabilizar en parte el inventario. La Empresa Cubana de Gas Licuado informó a medios oficiales que ya se ha normalizado el servicio en ciertos territorios, y que los ciclos de distribución de cilindros de gas están siendo regularizados.

¿Qué significa esto para el cubano de a pie?

La “normalización” del servicio no implica que todo vuelva a estar como antes de la escasez, pero representa una mejora significativa con respecto al caos vivido:

  • Mayor disponibilidad de balitas de gas en los puntos de venta autorizados.
  • Reducción de las largas colas y del tiempo de espera para reponer el suministro.
  • Disminución de los precios paralelos en el mercado informal.
  • Posibilidad de una planificación doméstica más estable, ya que las familias pueden cocinar sin preocuparse por quedarse sin combustible.

Aunque no existen cifras públicas exactas sobre el volumen de gas disponible, las autoridades aseguran que los niveles actuales permiten cubrir gran parte de la demanda nacional habitual. Además, se trabaja para lograr una distribución más equitativa entre las provincias.

¿A qué se debió la escasez prolongada?

La crisis de gas licuado no fue un evento aislado. Se inscribe dentro de un contexto más amplio de crisis energética nacional, vinculada al deterioro de infraestructuras clave y las restricciones económicas que enfrenta el país. Las principales razones detrás de la situación incluyeron:

  • Déficit de importaciones debido a la falta de liquidez financiera y sanciones internacionales.
  • Problemas logísticos internos como falta de transporte y mantenimiento de los depósitos de distribución.
  • Pérdida de contratos internacionales que anteriormente garantizaban el suministro estable.

Una solución para el presente, pero no definitiva

Aunque desde el Gobierno se habla de normalización, muchos ciudadanos muestran cautela. La experiencia reciente ha dejado en claro que cualquier mejora es vulnerable a factores externos e internos que pueden volver a generar escasez. Por tanto, la reactivación parcial del suministro de gas licuado no debe interpretarse como solución definitiva, sino como una oportunidad para mejorar la gestión y asegurar la estabilidad futura del servicio.

Alternativas y el rol de la comunidad

Mientras se sigue mejorando la situación del gas licuado, muchas familias han tenido que recurrir a métodos alternativos para cocinar, como el uso de hornillas eléctricas —también escasas— o el carbón vegetal en áreas rurales. Esto ha reforzado la idea de que diversificar las fuentes de energía doméstica podría ser parte de una solución sostenible a largo plazo.

Asimismo, la participación comunitaria mediante redes informales de información ha sido esencial para alertar sobre disponibilidad, rutas de distribución y horarios, lo que sigue siendo clave incluso en esta fase de recuperación.

Conclusión

A pesar de los meses tristes marcados por la falta de una de las formas más accesibles de cocinar en Cuba, la mejoría en el abastecimiento de gas licuado representa una buena noticia para la mayoría de la población. No obstante, se requiere transparencia y eficiencia en la distribución para evitar que esta recuperación sea temporal.

Desde dentro y fuera del país, los cubanos se mantienen atentos y esperanzados en que esta vez sí, el regreso del gas licuado sea duradero, y aporte un alivio necesario al día a día de millones de familias.

Puedes leer el artículo original en el siguiente enlace: https://diariodecuba.com/cuba/1747431093_61150.html

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articulo resumido con AI.

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