Universitaria cubana denuncia acoso del DTI por protestar tarifas Etecsa

La voz de una joven que se atrevió a decir lo que muchos callan

En medio de la creciente inconformidad popular por los elevados precios de los servicios de telecomunicaciones en Cuba, una joven universitaria se ha convertido en el rostro visible de la resistencia. Su nombre es Lizet Sánchez, una estudiante camagüeyana que denunció públicamente el reciente tarifazo impuesto por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA). Sin embargo, lo que comenzó como un acto de reclamo ciudadano ha escalado hasta convertirse en un grave caso de acoso por parte de las fuerzas represivas del régimen.

La protesta que encendió las redes

Lizet no imaginaba que publicar un video expresando su malestar por los precios absurdos de los datos móviles tendría un impacto tan grande. En su grabación, criticó el alto costo de los paquetes de Internet en un país donde el salario promedio no permite acceder con regularidad a estos servicios. Rápidamente, su testimonio se volvió viral y comenzó a circular por todas las plataformas digitales utilizadas por los cubanos dentro y fuera del país.

Las palabras de Lizet resonaron con una generación que siente la carga de la crisis económica y las restricciones tecnológicas, reflejando el hartazgo de miles de jóvenes cubanos que, a pesar de vivir en plena era digital, ven limitada su conexión con el mundo.

Presiones del DTI: cuando la represión toca a la puerta

Pero el valor tiene un precio en Cuba. Días después de publicar su video, Lizet afirmó que fue contactada por agentes del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), una división del Ministerio del Interior, conocida por sus prácticas de intimidación contra activistas y disidentes.

Según su testimonio, la joven fue citada para reunirse con estas autoridades, donde recibió presiones para retractarse. Le pidieron que grabara otro video negando sus declaraciones previas y alegando que fue manipulada por “enemigos del sistema”. A pesar de este intento de silenciarla, Lizet volvió a presentarse en redes sociales para exponer lo sucedido, dejando claro que no cedería ante el miedo.

El impacto en la comunidad universitaria y los jóvenes cubanos

El caso de Lizet ha generado una ola de solidaridad entre universitarios e internautas cubanos, que ven en ella un símbolo de rebeldía pacífica y coraje. Muchos jóvenes se identificaron con su lucha, pues ellos también padecen los altos costos de ETECSA, que limita su acceso a la educación, el trabajo remoto y la comunicación con familiares en el exterior.

Además de los problemas económicos, este caso revela el control extremo que todavía ejerce el aparato político sobre la libertad de expresión en la isla, especialmente cuando se trata de voces jóvenes que rompen el silencio impuesto.

ETECSA y el creciente malestar popular

La empresa estatal de telecomunicaciones ha sido duramente criticada en los últimos años por ofrecer servicios de baja calidad a precios excesivos. Esta situación ha llamado la atención de muchos analistas que señalan que el monopolio estatal favorece la desinformación, el aislamiento digital y el control social.

Entre las principales quejas de los usuarios están:

• Costo exorbitante de los paquetes de datos móviles.
• Velocidad de conexión lenta y frecuente interrupción del servicio.
• Falta de transparencia en las tarifas y escasa atención al cliente.
• Desigualdad de acceso entre zonas urbanas y rurales.

Este malestar ha derivado en un aumento de las quejas públicas, aunque muchas veces estas terminan siendo silenciadas o reprimidas por agentes de la Seguridad del Estado, como quedó demostrado en el caso de Lizet.

Un llamado a no callar

Lizet Sánchez se ha convertido en un ejemplo de resiliencia y valentía para muchos cubanos que anhelan un país más justo, conectado y libre. Su denuncia no solo puso el foco en el abuso tarifario de ETECSA, sino que también expone la maquinaria represiva que coarta el derecho a la opinión crítica.

Este acontecimiento demuestra una vez más que, aunque las autoridades traten de callar las voces jóvenes, en la era digital la información fluye y los ciudadanos tienen más herramientas para hacerse escuchar. El desafío está en continuar visibilizando estos casos y apoyar a quienes se atreven a hablar en nombre de todos.

Puedes leer el artículo original en el siguiente enlace: https://www.periodicocubano.com/video-viral-universitaria-denuncia-presiones-del-dti-tras-protestar-contra-el-tarifazo-de-etecsa/

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