Crisis en la masonería cubana pone en riesgo su unidad
Una institución centenaria sacudida por el conflicto interno
La masonería cubana, históricamente reconocida por su papel protagónico en movimientos nacionalistas, sociales y culturales desde el siglo XIX, atraviesa actualmente una de sus mayores crisis. Este escenario, marcado por acusaciones cruzadas, destituciones y deslegitimaciones institucionales, está poniendo en juego no solo la estabilidad de la organización, sino su histórica unidad.
Según reportes recientes, el conflicto se ha acentuado a raíz de decisiones tomadas por la Comisión Electoral Masónica en marzo de 2024. Los resultados de la elección para el puesto más alto de la logia han sembrado divisiones que ya no pueden mantenerse en silencio.
El origen del conflicto y los actores involucrados
La crisis gira principalmente en torno a la Gran Logia de Cuba, que el 24 de marzo debió designar a su nuevo Gran Maestro. En dichas elecciones, el masón Eddy Álvarez Martínez fue elegido por medio de un proceso supuestamente transparente. Sin embargo, la Comisión Electoral Masónica calentó el escenario al publicar una declaración donde se afirmaba que el resultado había sido invalidado por irregularidades, alegando intervención política y manipulaciones en el conteo de votos.
Esta declaración pública tuvo como consecuencia directa la destitución de varios miembros de la Comisión por la actual administración de la Gran Logia, liderada por el Muy Respetable Gran Maestro José Ramón Viñals. Viñals, quien ha sido criticado por varios sectores de la masonería, defiende que las elecciones fueron legítimas y acusa a la Comisión de actuar fuera de sus competencias.
Declaraciones públicas que avivan la polémica
Uno de los puntos más álgidos del conflicto ha sido la filtración de la carta enviada por la Comisión Electoral Masónica al Ministerio de Justicia de Cuba. En ella, se denuncia lo que consideran “una deformación sistemática del proceso democrático masónico”, con vínculos preocupantes con el poder estatal.
Esta carta ha provocado reacciones airadas de parte de algunas logias provinciales, mientras que otras han pedido cautela y respeto por los procesos internos. Sin embargo, la falta de consenso refuerza la percepción de que la masonería cubana se encuentra en un punto de fractura institucional.
¿Peligra la unidad y el rol histórico de la masonería?
La masonería en Cuba ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo cívico del país. Figuras como José Martí, Ignacio Agramonte y Carlos Manuel de Céspedes formaron parte de esta organización, la cual siempre ha abogado por la libertad, igualdad y fraternidad. En este contexto, el actual conflicto supone un golpe considerable a su prestigio y cohesión.
Algunos temen que de no resolverse con diplomacia y respeto mutuo, los eventos deriven en una división aún más profunda que podría fragmentar la institución nacionalmente. Varios expertos dentro de la comunidad opinan que la politización de la masonería representa un riesgo inminente, ya que puede desvirtuar sus valores fundacionales y su razón de ser.
Repercusiones para la diáspora masónica cubana
La situación también ha alarmado a muchos masones cubanos en el exterior, especialmente en países como Estados Unidos, España y México, donde existen logias conformadas por exiliados y emigrantes. La posibilidad de un cisma dentro de la Gran Logia de Cuba afectaría el reconocimiento internacional de la institución y comprometería sus lazos con organizaciones masónicas de otras naciones.
Frente a este panorama, diversas voces dentro de la diáspora han hecho un llamado a la moderación, al diálogo y a una auditoría imparcial del proceso electoral para restablecer la confianza y revalidar el principio democrático.
¿Qué alternativas hay para poner fin al conflicto?
Ante esta encrucijada, existen algunas acciones concretas que podrían ayudar a reconducir la situación:
- Realizar una auditoría externa del proceso electoral masónico
- Fomentar un diálogo abierto entre las logias provinciales, la Gran Logia y la Comisión Electoral
- Reforzar los mecanismos internos de transparencia y rendición de cuentas
- Evitar injerencias políticas o estatales en los asuntos de la masonería
Solo mediante el respeto a los principios que fundan la institución, y una firme voluntad de diálogo, podrá evitarse que esta histórica organización sufra daños irreparables en su estructura y credibilidad.
Conclusión
La crisis en la masonería cubana es mucho más que una pugna de poder interno; es la manifestación de tensiones acumuladas en una institución que históricamente ha sido emblema de moral, justicia y fraternidad. Su desenlace marcará, sin duda, el futuro de la organización en Cuba y su influencia dentro y fuera de la Isla.
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https://diariodecuba.com/cuba/1750010281_61591.html
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articulo resumido con AI.
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