Apagones en Cuba provocan protestas en La Habana y Guantánamo
Una crisis eléctrica que enciende el malestar social
La reciente escalada de apagones en Cuba ha desencadenado una ola de protestas en varias zonas del país, entre ellas la capital, La Habana, y la provincia de Guantánamo. Tras años de dificultades energéticas, los cubanos han llegado a un punto de saturación. La falta de electricidad, especialmente durante largas jornadas nocturnas, ha vuelto insoportable la vida cotidiana de millones.
Durante el fin de semana del 21 de abril de 2024, numerosos residentes decidieron salir a las calles para expresar su hartazgo. A través de redes sociales circularon múltiples videos donde se observa a ciudadanos protestando de forma pacífica, utilizando sus teléfonos móviles para grabar lo que sucede en sus comunidades y pidiendo soluciones inmediatas a la crisis energética que afecta al país desde hace años.
Protestas que recorren la isla: del oriente al occidente
El barrio habanero de Calzada de Bejucal fue uno de los escenarios donde se reportaron protestas nocturnas. En el oriente cubano, el municipio de Jamaica, en Guantánamo, también registró manifestaciones similares, lo que indica una extensión del malestar social por todo el territorio nacional.
De acuerdo con reportes ciudadanos y medios independientes, las personas bloquearon calles, golpearon calderos (cacerolazos) y gritaron consignas exigiendo la restitución del servicio eléctrico. En muchos casos, la población utilizaba la frase “¡Queremos luz!” como grito principal. No se reportaron actos violentos ni enfrentamientos directos con las autoridades, aunque sí se observaron patrullas policiales intentando controlar la situación.
El impacto de los apagones en la vida de los cubanos
Los cortes eléctricos prolongados tienen un efecto devastador en la calidad de vida de los cubanos. Algunos de los problemas más comunes son:
- Imposibilidad de conservar alimentos debido a la falta de refrigeración.
- Interrupción del sueño en medio del calor y sin ventiladores o aire acondicionado.
- Obstáculos para estudiar o trabajar, especialmente en un país con creciente acceso a plataformas digitales.
- Inseguridad en las calles durante las noches oscuras sin alumbrado público.
Este panorama ha incrementado la frustración de una población que ya enfrenta escasez de alimentos, medicamentos y otros servicios básicos. La crisis energética actúa como catalizador de un malestar más profundo, derivado del deterioro generalizado del país.
Acciones del gobierno y respuesta oficial
Aunque las autoridades no han emitido comunicados oficiales detallados sobre estas recientes protestas, usuarios en redes sociales reportaron la presencia del Ministerio del Interior (MININT) y otros cuerpos represivos intentando dispersar las multitudes y registrar los hechos. Según algunas fuentes independientes, hubo cortes controlados en las redes móviles y el acceso a internet para silenciar la difusión de videos y testimonios.
Mientras tanto, las justificaciones oficiales apuntan a fallos técnicos y carencia de combustible para justificar los apagones. Sin embargo, la población percibe estas explicaciones como insuficientes. El Gobierno se enfrenta a una creciente presión interna sin respuestas estructurales visibles.
El poder de las redes sociales en manos del pueblo
A diferencia de otras décadas, los cubanos cuentan ahora con herramientas de comunicación móvil e internet, lo que ha permitido que las protestas sean documentadas y compartidas ampliamente. Videos de cacerolazos, marchas pacíficas y testimonios personales circularon rápidamente en plataformas como Facebook, X (antes Twitter) y Telegram.
Esta conectividad ha permitido que los cubanos dentro y fuera del país se mantengan informados casi en tiempo real. Para muchos emigrados, ver a sus familias protestar por derechos básicos es desgarrador, mientras otros aplauden la valentía de quienes se manifiestan a pesar de las posibles represalias.
¿Qué puede venir ahora?
Con la población cada vez más inconforme y conectada, el gobierno cubano enfrenta una presión creciente. Los apagones podrían representar el chispazo de una nueva etapa de contestación social. La paciencia del pueblo cubano parece estar llegando a su límite, y si la situación energética y económica no mejora, es probable que continuemos viendo más manifestaciones en las próximas semanas.
Para leer el artículo original, puedes hacerlo en el siguiente link:
https://diariodecuba.com/cuba/1750757230_61714.html
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