Colas en gasolineras de La Habana según moneda de pago

La diferencia visible entre CUP y MLC en la escasez de combustible

La crisis del combustible en Cuba continúa siendo una realidad que afecta intensamente la vida cotidiana de millones de personas. Esta situación se ve claramente reflejada en las calles de La Habana, donde las colas en las gasolineras han tomado un nuevo matiz: la división por tipo de moneda utilizada para el pago. En medio de una economía dolarizada informalmente, la disparidad entre quienes pagan en pesos cubanos (CUP) y quienes pueden hacerlo en moneda libremente convertible (MLC) se ha vuelto más evidente que nunca.

El contraste entre dos filas: una corta y otra interminable

En varios puntos de la capital cubana, se puede observar un patrón que ya muchos habaneros conocen: las gasolineras que aceptan MLC tienen colas mucho más cortas, mientras que las estaciones que venden en CUP presentan esperas que pueden extenderse por más de 24 horas. Esta situación ha generado indignación, resentimiento y una creciente percepción de desigualdad entre los ciudadanos.

El reportaje original de Diario de Cuba revela casos concretos en lugares como El Vedado, Miramar y la Avenida 31 en Marianao. Por ejemplo, en la gasolinera de 3ra y 12 en Miramar, donde solo se acepta MLC, la fila avanzada rápidamente, con apenas cinco o seis carros en espera. En contraste, en estaciones donde se permite el pago en CUP, como la de San Rafael y Oquendo, la fila es tan extensa que acampa durante horas a la espera de llegar a la bomba.

El papel del racionamiento electrónico y el impacto cotidiano

Desde abril de 2023, el Gobierno implementó una medida de racionamiento digital del combustible a través de la aplicación Ticket. Este sistema, aunque pensado para organizar el despacho de combustible, ha generado más complicaciones que soluciones.

Entre los principales problemas de la aplicación Ticket se encuentran:

  • Interrupciones frecuentes del servicio por razones técnicas.
  • Limitaciones de disponibilidad de datos y conexión a internet para su uso efectivo.
  • Subjetividad en la aplicación de los turnos asignados.

Mientras tanto, quienes tienen acceso a MLC pueden evitar en gran parte estas dificultades. Muchos cubanos, incluso, han recurrido al mercado informal para cambiar CUP por divisas extranjeras y tener así acceso más fácil al combustible.

Desigualdad económica alimentada por el control del Estado

A simple vista, esta situación pone sobre la mesa una dolorosa verdad: el acceso a servicios básicos en Cuba depende crecientemente de la moneda que se posea. El MLC, una moneda que no recibe salarios la gran mayoría de los trabajadores cubanos, ha creado una brecha social cada día más profunda.

Al adquirir productos y servicios ―incluyendo el combustible― en MLC, los ciudadanos enfrentan una doble carga. Por un lado, deben obtener dólares o euros en el mercado informal a precios exorbitantes. Por otro, quienes solo disponen del devaluado CUP tienen acceso limitado y con obstáculos constantes.

Un reflejo del malestar social creciente

Más allá del aspecto económico, este escenario también plantea implicaciones políticas y sociales. Las colas en las gasolineras no son solo síntomas de escasez, sino símbolos visibles de la discriminación económica que muchos cubanos denuncian a diario.

Algunos ciudadanos han expresado su molestia y frustración al ver que ciertos sectores, muchas veces vinculados a instituciones del Estado o al turismo, gozan de acceso prioritario y sin restricciones al combustible. Esta percepción alimenta la pérdida de confianza en las autoridades y fortalece la sensación de inequidad.

¿Qué perspectivas hay en el horizonte?

Por el momento, no hay señales claras de mejora en el suministro de combustible. El Gobierno ha hecho declaraciones ocasionales sobre la llegada de nuevos embarques, pero los problemas estructurales vinculados al estancamiento económico y a la falta de acceso a mercados internacionales siguen imposibilitando una solución duradera.

En este contexto, los cubanos continúan adaptándose. Desde compartir turnos en las colas hasta arreglos informales para acceder a gasolina, la creatividad para sobrevivir sigue estando a la orden del día. Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta cuándo podrá sostenerse este modelo dual que castiga al que menos tiene?

Puedes leer el artículo original en el siguiente link: https://diariodecuba.com/cuba/1744110050_60612.html

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articulo resumido con AI.

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