Cuba gana más de 100 millones con médicos enviados a México
Una misión médica con beneficios millonarios para el Gobierno cubano
La colaboración médica entre Cuba y México sigue generando titulares, tanto por su impacto político como por las cifras que maneja. Según reportes del Gobierno mexicano, desde mayo de 2022 hasta enero de 2024, el acuerdo de colaboración con Cuba para el envío de profesionales de la salud le ha generado al régimen de La Habana más de 100 millones de dólares estadounidenses.
Estos ingresos no son ningún secreto: el acuerdo forma parte de un programa dentro del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), ahora reemplazado por el IMSS-Bienestar, el cual ha estado contratando médicos cubanos para suplir las necesidades de atención médica en zonas marginales. Sin embargo, el verdadero debate gira en torno a quién se beneficia realmente de estos fondos.
¿Cómo funciona el acuerdo médico entre ambos países?
El convenio entre Cuba y México contempla el envío de médicos especialistas cubanos que son designados por el régimen de la Isla. No son profesionales que aplican voluntariamente, sino personal que recibe órdenes de participación desde estructuras gubernamentales. Bajo este esquema, México no paga directamente a los médicos, sino que desembolsa los fondos al Gobierno cubano por medio de convenios con entidades como Servicios de Salud de Nayarit o IMSS-Bienestar.
Hasta la fecha, el monto total desembolsado por México ha ascendido a mil 177 millones 300 mil pesos mexicanos (unos 102 millones de dólares), una suma nada despreciable que ha ido a parar a las arcas del Estado cubano. De los más de 800 médicos enviados, se desconoce qué parte exacta de esos fondos reciben quienes están prestando servicios directamente en hospitales y clínicas mexicanas.
¿Qué piensan los profesionales cubanos?
A lo largo de los años, diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado esta práctica como una forma de explotación laboral, alegando que el régimen se queda con entre el 75% y hasta el 90% del salario de cada médico. Otros casos anteriores han mostrado cómo a los profesionales enviados bajo estas misiones no se les permite viajar con sus familias y son sometidos a vigilancia constante bajo la supervisión de funcionarios cubanos en cada país.
Si bien para muchos galenos cubanos estas misiones son una oportunidad para ahorrar dinero o incluso buscar nuevas oportunidades, también significan aceptar condiciones laborales que limitan su libertad tanto económica como personal.
El trasfondo político de las misiones médicas cubanas
Estas misiones no solo son una fuente de divisas para un Gobierno cubano que atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia. También cumplen una función política fundamental. Desde tiempos del expresidente Fidel Castro, el envío de médicos al extranjero ha sido la principal carta de Cuba para ganar aliados en organismos internacionales, y continuar obteniendo apoyo en plataformas como la ONU.
En el caso de México, ha sido el propio presidente Andrés Manuel López Obrador quien ha defendido públicamente esta colaboración, asegurando que los médicos cubanos cubren puestos que el sistema mexicano de salud no logra llenar con personal nacional. Esto ha generado varios debates internos, especialmente entre asociaciones médicas mexicanas que acusan al Gobierno de preferir contratos políticos sobre soluciones estructurales a sus problemas de salud pública.
Impacto en la diáspora cubana y reacciones internacionales
La noticia no ha pasado desapercibida entre cubanos dentro y fuera de la Isla. Para muchos emigrados, especialmente médicos que han decidido quedarse en otros países, este tipo de convenios representan un modelo de negocio donde los derechos humanos y laborales de los profesionales son marginados con fines políticos y económicos.
Instituciones como el Departamento de Estado estadounidense y organizaciones como Human Rights Watch también han cuestionado estas misiones, solicitando mayor transparencia y garantías de que los médicos cubanos tengan derecho a moverse libremente, recibir su salario completo y trabajar bajo condiciones dignas.
¿Cuál es el futuro de estas misiones?
A pesar de las críticas, parece que estas misiones seguirán en pie mientras el Gobierno cubano no encuentre otras fuentes sostenibles de ingresos. En un contexto económico complicado, donde el turismo no logra recuperarse y la producción nacional sigue en caída, la exportación de servicios médicos sigue siendo una de las principales entradas de divisas para el régimen.
Queda por ver cómo evolucionarán tanto la relación con México como otras similares con países como Venezuela, Italia o Qatar. Lo que está claro es que, más allá del discurso de solidaridad internacionalista, estas misiones representan un negocio millonario con profundas implicaciones éticas y políticas.
Puedes leer el artículo original en el siguiente link: https://diariodecuba.com/cuba/1750259468_61637.html
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