Cuba llama a protestar contra Israel mientras Irán guarda silencio

Una respuesta ideológica en plena escalada del conflicto en Medio Oriente

Mientras el mundo observa con preocupación la creciente tensión entre Israel e Irán, el Gobierno cubano ha decidido tomar una postura clara: convocar manifestaciones en contra de Israel. Esta decisión, que sorprende por producirse al mismo tiempo que Irán guarda silencio oficial, ha generado polémica tanto dentro como fuera de la Isla. La situación pone de relieve una vez más cómo La Habana utiliza la política internacional para proyectar su ideología y mantenerse alineada con regímenes afines.

El contexto: entre misiles y discursos ideológicos

Las tensiones entre Irán e Israel escalaron a mediados de abril, cuando desde el régimen iraní se lanzó un ataque con más de 300 misiles y drones hacia territorio israelí. A pesar de este evento de gran envergadura, la respuesta desde Teherán ha sido medida, al punto de que por el momento prefiere manejar la situación diplomáticamente sin amplificación mediática. En contraste, el Gobierno cubano, sin ser parte directa del conflicto, ha llamado a los ciudadanos a salir a las calles en protesta contra Israel.

Cuba no ha emitido condenas públicas hacia Irán por haber iniciado la agresión, sino que ha centrado su crítica en el Estado de Israel, al que acusa de agredir al pueblo palestino y de violaciones de derechos humanos. La postura oficial de La Habana mantiene su línea tradicional de respaldo a los países que se posicionan como oposición al bloque occidental.

Actos organizados en Cuba y Madrid

En Cuba y en varias ciudades donde el régimen tiene influencia a través de sus instituciones, se han convocado movilizaciones en “solidaridad con Palestina”. El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), dirigido por el ex espía Fernando González Llort, convocó un acto central el pasado viernes en el centro Fidel Castro de La Habana. A este evento acudieron embajadores de regímenes aliados como Venezuela, Irán y Siria.

Además, desde la Asociación de Cubanos Residentes en Madrid (una organización afín al régimen cubano), se promovió un encuentro con el mensaje “No al genocidio en Palestina”, defendiendo abiertamente la narrativa del Gobierno cubano sobre el conflicto.

¿Silencio estratégico iraní versus activismo político cubano?

El contraste entre el silencio temporal de Irán y el activismo del Gobierno cubano es notorio. Mientras Teherán adopta una actitud más cautelosa, el régimen de La Habana aprovecha la coyuntura para reavivar su discurso antiimperialista y buscar respaldo internacional en foros afines.

Esta estrategia de Cuba no es nueva. La política exterior cubana a menudo ha utilizado los grandes conflictos internacionales como una vía para afianzar sus lazos ideológicos y desviar la atención de la situación interna, marcada por la crisis económica, el éxodo masivo y las constantes protestas ciudadanas.

Objetivos detrás del apoyo cubano a Palestina

Detrás del discurso oficialista, se pueden identificar varios objetivos del régimen:

• Refuerzo del eje antioccidental: Al alinearse con Irán, Siria y Venezuela, La Habana fortalece su bloque político-ideológico ante organismos internacionales.
• Política de distracción: Las convocatorias a manifestaciones pueden buscar distraer a la población de los problemas estructurales internos como la escasez de alimentos, medicamentos y combustibles.
• Instrumentalización de causas nobles: El apoyo al pueblo palestino, aunque legítimo en muchos sectores del mundo, es manipulado políticamente para brindar sustentación moral al régimen cubano.

Una narrativa fuera de contexto para muchos cubanos

Muchos cubanos, especialmente los que viven fuera de la Isla, ven con escepticismo este tipo de pronunciamientos ideológicos que poco tienen que ver con las problemáticas cotidianas del pueblo cubano. En redes sociales, no han faltado quienes critiquen que el Gobierno se preocupe por conflictos en Medio Oriente mientras en Cuba faltan alimentos, electricidad y medicamentos.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, la estrategia de tomar partido en conflictos internacionales parece estar más ligada a lealtades y posicionamientos históricos que a una verdadera preocupación humanitaria.

Puede leer el artículo original en el siguiente link: https://diariodecuba.com/cuba/1750369320_61664.html

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