Médicos cubanos en Guyana denuncian precariedad y abandono estatal
El rostro menos visible de las “misiones médicas” cubanas
La realidad que viven muchos profesionales de la salud cubanos en el exterior dista mucho del discurso oficial que promueve el Gobierno de Cuba. En esta ocasión, un grupo de médicos cubanos ubicados en Guyana ha levantado la voz para denunciar las condiciones precarias en las que viven y trabajan, así como el evidente abandono por parte del Estado cubano, que los recluta bajo promesas que raramente se cumplen.
De acuerdo con testimonios recientes, estos profesionales están expuestos a un sistema laboral injusto, con ingresos ínfimos, escasa atención por parte de las autoridades diplomáticas y condiciones de vida que ponen en riesgo su salud y seguridad.
Entre el humanismo y la explotación: una vida de privaciones
Desde hace décadas, el gobierno cubano ha exportado servicios médicos a diferentes naciones bajo el pretexto del internacionalismo médico. Aunque esto le genera importantes ingresos en divisas a la isla, los médicos rara vez ven el fruto de su trabajo.
En Guyana, los trabajadores de salud cubanos han denunciado lo siguiente:
- Salarios extremadamente bajos: Del sueldo pagado por el gobierno guyanés, la mayor parte va a parar a manos del Estado cubano.
- Condiciones de vivienda inadecuadas: Muchos médicos viven hacinados, en viviendas deterioradas y sin acceso regular a servicios básicos.
- Deficiente atención de salud: Irónicamente, quienes cuidan de la salud ajena no tienen acceso garantizado a servicios médicos dignos.
- Falta de apoyo consular: Los médicos se quejan de que funcionarios de la Embajada cubana en Guyana evaden sus responsabilidades o simplemente no atienden los reclamos.
Además, al no poder salir libremente del país durante la duración de la misión, se sienten atrapados en un sistema que se aprovecha de su vocación profesional sin brindar garantías básicas.
Testimonios que estremecen
Uno de los médicos entrevistados reveló que muchos de sus colegas enferman gravemente y no reciben atención ni médicos cubanos ni guyaneses. En un caso extremo, un galeno sufrió un infarto y estuvo a punto de morir sin ningún tipo de respaldo de las autoridades diplomáticas. Otros relatan casos de violencia doméstica o necesidad de medicinas, sin que nadie les brinde ayuda.
Esta situación, a menudo silenciada en los medios oficiales, es una muestra del costo humano de una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano.
¿Solidaridad o negocio?
La imagen que promueve el gobierno de la isla es la de un país solidario que envía médicos a las regiones más necesitadas del mundo. Sin embargo, lo que se vive dentro de este sistema está lejos de ser altruista. Diversos organismos internacionales han señalado que estas “misiones” pueden representar una forma de esclavitud moderna, pues los trabajadores carecen de derechos laborales básicos y tienen restringidos sus movimientos y libertades individuales.
Organizaciones como Human Rights Watch y la ONU han llamado la atención sobre estas prácticas, e incluso gobiernos receptores han comenzado a exigir transparencia sobre los acuerdos con Cuba.
La otra cara del sacrificio
Mientras la prensa estatal celebra cada nuevo convenio de salud internacional, cientos de médicos cubanos sufren en silencio. Algunos optan por desertar, buscando asilo en otros países y arriesgando ser estigmatizados como “traidores” por parte del gobierno. Otros, cansados y desilusionados, regresan a Cuba sin haberse beneficiado económicamente ni profesionalmente, arrastrando traumas y pérdidas.
No es posible hablar del sistema de salud cubano sin atender la realidad de estos trabajadores. No hay avance social genuino que se construya sobre la base del sacrificio de unos para el lucro de otros.
¿Y el futuro?
La situación en Guyana es solo un reflejo más de un modelo agotado, que usa la imagen del médico cubano como bandera pero falla en garantizarle dignidad a quienes la representan. Es hora de un debate serio, dentro y fuera de la isla, sobre cómo reformar estas misiones y proteger a quienes salen a cumplirlas.
Los cubanos dentro y fuera del país deben conocer esta realidad, no para desalentar la vocación de servicio, sino para exigir un trato justo a los que han hecho de salvar vidas su mayor compromiso.
Puedes leer el artículo original en el siguiente link: https://diariodecuba.com/cuba/1750276141_61642.html
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articulo resumido con AI.
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